El concepto de phablet se está imponiendo a marchas forzadas. Si hace tan sólo un año el primer Galaxy Note era un dispositivo marginal e “incómodo” para muchos usuarios, ahora tamaños similares están comenzando a asentarse como el estándar de la gama alta. No falta un fabricante de los punteros, salvo Apple, obviamente, que no haya puesto ya un equipo de tamaño igual o superior a las 5 pulgadas en el mercado.
Esta comparativa intenta dilucidar cuál es el mejor phablet en cada una de las áreas en las que hoy en día se descompone todo análisis de un dispositivo de estas características. Por supuesto, entran en juego los gustos personales, pero vamos a intentar ceñirnos a las cuestiones más técnicas y cuantificables cuando sea posible.
Diseño
Esta es, tal vez, el área más subjetiva de todas, sin embargo, no podemos dejar de decir que hay algunos fabricantes que destacan por una impecable labor en ella. El Xperia Z de Sony con las certificaciones IP55 e IP57 que aseguran una resistencia extrema al agua y al polvo y su finura de tan sólo 7,9 mm es un buen ejemplo. Aún así la palma en cuanto a delgadez se la lleva el ZTE Grand S.
El diseño es algo que viene condicionado por diferentes factores, los más evidentes son el tamaño de la pantalla y la capacidad de la batería. Sin embargo, hay otros detalles, como los materiales con los que se fabrica el equipo, que son elecciones de cada compañía. El Xperia Z, una vez más, con su fabricación en fibra de vidrio o el LG Optimus G Pro, construido con cristal curvado y un dibujo de apariencia “holográfica” son marcas de calidad indudables.
Por el contrario, muchos otros fabricantes utilizan el plástico para abaratar costes de producción. En este sentido es paradigmático el caso de Samsung que ya ha convertido dicho material en una seña de identidad e incluso algo apreciado por algunos de sus fans.
Pantalla
Desde la aparición del Droid DNA (o HTC Deluxe) parece haberse impuesto un estándar en este apartado. Raro es el phablet nuevo con aspiraciones de gama media-alta que no cuenta con un panel de 1080p. Después del equipo de los taiwaneses fueron apareciendo una ristra de dispositivos que contaban con los mismo píxeles en su pantalla. El Xperia Z, el ZTE Grand S, el Huawei Ascend D2 o el Oppo Find se abonaron inmediatamente a la cifra de 1920×1080.
Hay otro factor que influye de manera determinante a la hora de elegir phablet, como es lógico, y es que el tamaño de la pantalla algo que marca de forma crucial las prestaciones del equipo. Cuanto más grande sea ésta, menor densidad de píxeles suelen tener los dispositivos, pero también ofrecen una mayor amplitud visual al usuario. Entre los phablets de mayor pantalla hasta el momento encontramos el Ascen Mate de Huawei (aunque con sus 1280×720 píxeles sólo alcanza una tasa de 240 PPI) y el ZTE Grand Memo con 5,7 pulgadas (full HD).
Entre los phablets más “pequeños” encontramos los de 5 pulgadas, el mínimo requerimiento quizá para englobarles en dicha categoría. Éstos además suelen ser los que presentan una mayor densidad de píxel, con el Droid DNA y el Xperia Z o el Ascend D2 a la cabeza, todos con sus 440 PPI.
Mención a parte merece el Optimus Vu 2. Si bien la resolución de su pantalla no es nada destacable, cuenta sólo con 256 PPI, sí lo es el formato de la misma, mucho más cuadrado que el resto con una relación de aspecto de 4:3 similar a la del iPad de Apple. El problema de este dispositivo es que cuesta bastante abarcarlo con una sola mano por su gran anchura.
Procesador
Al igual que los 1080p. se han convertido en un estándar, hay un procesador que ha tenido una presencia excepcional en los dispositivos de este tipo, el Snapdragon S4 Pro (normalmente a 1,5 GHz). Es el corazón de aparatos como el Xperia Z o el HTC Deluxe o ZTE Grand S. Algunos otros fabricantes, sin embargo, han podido optar ya por una evolución del chip de Qualcomm. El Optimus G Pro monta, por ejemplo el Snapdragon 600 (a 1,7 GHz) o el Grand Memo, la bestia del fabricante, el 800, aunque desconocemos su frecuencia por el momento, el chip puede llegar hasta los 2,3 GHz sin problemas.
Mención especial merece el Galaxy Note II que a pesar de ser un poco más antiguo que la mayoría de sus competidores, tiene un Exynos 4412 de cuatro núcleos funcionando a 1,6 GHz, una cifra nada desfasada.
También hay que destacar en este apartado al K900 de Lenovo, un phablet que presenta la peculiaridad de funcionar con un SoC de Intel, el potente Clover Trail +, con el que alcanza los 2 GHz, siendo el procesador más veloz hasta que tengamos datos más precisos del Snapdragon 800 en que monta el ZTE Grand Memo.
Almacenamiento
En este apartado hay un poco de todo, aunque lo normal es que el precio vaya asociado a la memoria de cada dispositivo. Algo que encontramos muy beneficioso es que los dispositivos tengan una ranura para tarjetas Micro SD y en la mayoría es así. En principio los equipos que ofertan una mayor capacidad interna son el Galaxy Note II, el LG Optimus Vu 2, el G Pro o el Huawei Ascend D2 con 32 GB. La mayoría de modelos básicos, sin embargo, suelen contar con tan sólo 16GB.
Batería
Hay muchos factores que inciden en la autonomía de un dispositivo, los procesadores y las pantallas son piezas importantes, hay chips con una buena calibración que disminuyen mucho el consumo normal, ya que detectan en qué momentos deben funcionar a tope y cuándo pueden emplear menos recursos en una tarea. Por lo general, una pantalla con menor resolución también gasta menos energía.
Hay bastante variedad en la capacidad de carga de las baterías actuales. Quizá la más poderosas sean las de Galaxy Note II con 3.100 mAh y la Optimus G Pro con 3.140 mAh. También cómo no, la del Ascend Mate de Huawei que tiene una carga de 4.000 mAh, aunque visto su tamaño es algo lógico. La mayoría de los equipos, no obstante, están por encima de los 2.100 mAh.
Cámara
Es otro de los apartados donde parece haberse establecido un patrón básica. Lo equipos que aspiran a la gama alta deben tener una cámara trasera de 13 MPx. Hay una gran cantidad de ellos que alcanzan esta cifra: el Xperia Z, el Grand Memo, el Ascend D2, el ZTE Grand S, el Oppo Find 5, etc. Lo próximo, según se rumorea, serán las cámaras con 16 MPx El X-Phone de Motorola ya amenaza con algo así.
Precio
En cuanto al precio también hay gran variedad. Existen dispositivos que son pura gama alta como el Oppo Find 5 a precios muy asequibles (380 euros, aproximadamente), aunque son complicados de conseguir. El ZTE Grand S es otro phablet destacado y se vende por un precio que traducido a nuestra moneda son unos 350 euros, aunque todavía no se puede comprar en España y habrá que ver cuánto cuesta cuando aterrice finalmente.
Es Acend Mate o el D2 son aparatos con una buena relación calidad-precio, indudablemente. Digamos que las marcas chinas son las que más destacan en este sentido porque todavía no tienen el prestigio de algunos de sus competidores.
El Galaxy Note II ahora mismo tampoco es de los más caros, pero hay que tener en cuenta que la nueva generación no tardará en llegar. Samsung suele ir rebajando los dispositivos a lo largo de sus meses de vida. Al ser un fabricante tan popular también tenemos la opción de recurrir a alguna operadora para financiar el equipo o para al menos que nos ayude a pagarlo a plazos.
LG y Sony también son marcas muy prestigiosas y se nota en el precio del Optimus G Pro y del Xperia Z, ambos sobrepasan los 600 euros y llegan a ponerse casi en 700.
Por otro lado, hay que destacar la irrupción de procesadores como los del fabricante Mediatek o el Tegra 4i, que son bastante baratos de fabricar y pueden dar lugar a equipos extremadamente potentes con precios de gama media o incluso low cost. El Neo 003 (por sólo 150 euros) o el Zopo ZP960 son los más claros exponentes al respecto.
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